De camino a casa

Un niño no dejaba de llorar, sólo lloraba.
Su madre nerviosa sin saber qué hacer decidió imitarle.
El niño paró.
La madre no.

Muchas

¿Cuántas veces lo hemos hecho?
Unos más que otros, está claro.

Nos gusta mentir, si no, no entinedo por qué lo hacemos. Lo siento.

-No, yo no miento.
-Vale, yo no te creo.

-Creeme, antes de mentir, lo que hago es ocultar la verdad, me callo y todos contentos.

-¡Ah! Mucho mejor, continúa así.

Las películas estaban bien cuando nos las creíamos,

aunque esa inocencia duraba, ¿cuánto, un año, dos?

Cuando aprendimos que si alguien tenía la nariz grande

no era de decir mentiras, sino por su genética.

Nos tranquilizamos.

¿Fue esa nuestra perdición?

No, no creo, el cuento es de mucho después de que se inventara la mentira.

A mentir se ha dicho.

Tiempo

Cuatro años. Y desde entonces todos los días nos vemos.

Cuando conoces a alguien no tienes ni idea de cómo será, pero eso sí, hacemos un juicio con valoraciones (siempre) negativas hacia esa persona.

¡Eh! Ese es mi hermano y no quiero que te lo lleves, no quiero que te pases las tardes con él, no quiero que te compre regalos y que me hable de ti. Entérate, llevo pegada a el 14 años, tú le conces desde hace tres meses.

Oye, salimos a tomar algo, ¿te vienes?

¿Quién? ¿Yo con vosotros dos?  Todo suena raro, es raro.

Enfados, celos, sobre todo celos hacia ella.

Espera, han pasado cuatro años y me he dado cuenta que gracias al cielo todo ha cambiado. Tú has cambiado, él ha cambiado y yo he cambiado. ahora los sentimientos son totalmente distintos. Ahora no quiero que ninguna otra se lo lleve, sé de sobra que la persona que más quiero en el mundo tiene que estar contigo, porque os queréis y no vais a querer nunca a nadie como lo hacéis ahora.

Porque ahora sentada delante de mi en ese sillón verde, fumando cómo no, me siento con ganas de contártelo todo de que puedo confiar en ti, una complicidad que no hace falta que nadie se entere, sólo tú y yo lo sabemos, no tengo que presumir de ello, sólo nosotras debemos estar orgullosas. Porque a mi lo único que me valen son los hechos, las palabras se las lleva el viento. ¿No dicen eso?

Verdad

Las verdades son lo primero.

Siempre hay alguién que nos ha fallado, nos está fallando o nos fallará.
Pero lo mejor de todo es que siempre ha habido, hay y habrá alquién que te apoyará y te ayudará a salir adelante.

Nos reímos pero en realidad la foto está en sepia para que no se aprecie el color rojo de la sangre que ha dejado el cuchillo en la pila.

Si hace falta, nos cargamos a quien sea.

Batiburrillo

Es tan fácil pensar pensar en varias cosas al mismo tiempo que sin quererlo lo hacemos.
Alguién te comenta algo, tú lo piensas. Pero antes de que te digeran nada ya ibas pensando en otra cosa. ¡No! Ya hay dos ideas mezcladas.
Espera, espera, te acabas de acordar de lo que te dijo tu hermano ayer, era importante y no lo has hecho. ¿Cómo? Tres ideas juntas.
Para. Lo único que te importa es en lo que estabas pensando antes de que te interrumpieran. Sigue concentrada en ello, ahora es eso lo que tiene prioridad, ¡aprende de una vez!

Gracias mente, sin ti mi vida sería un desorden, me gusta que funciones. No como algunos descerebrados sueltos.